Cuarto curso

Tras los presupuestos señalados en el estudio de la Teología Moral Fundamental, el estudiante se adentra ahora en la concreción de ese mensaje ético de Jesucristo, que abarca toda la realización existencial del cristiano, aplicándolo a dimensiones específicas (Teología Moral Especial, como también se conocen estas ramas disciplinares). 

En la Teología Moral de la Persona, el sujeto central es el hombre en tanto individuo personal, siempre en relación con los otros, pero aquí estudiado en su nivel más particular (pues el estudio de lo social desde el objeto formar moral tendrá lugar en la Teología Moral Social). El matrimonio y la familia, primera célula de la sociedad, se estudian aquí, pues sólo desde ello se puede, además, fundamentar toda moral sexual (incluso la propia del célibe). El desarrollo de la persona, dentro de lo que los antiguos llamaban la vida buena, aquí a la luz de Cristo, también será estudiado en esta asignatura. El camino de las virtudes, desde hace siglos, es presentado por la Iglesia como una senda excelente para la conformación de una vida a Cristo. En todo ello, el papel de la gracia es fundamental, y no simplemente auxiliar.

Por otro lado, están varios de los desafíos planteados por la ciencia y la técnica, con los que se encuentra el hombre contemporáneo, que suelen ser abordados en la rama conocida como Bioética, que en nuestro estudio será Bioética Teológica: el inicio de la vida y su cuidado, frente al problema del aborto, de la experimentación con embriones, de la alteración del genoma humano, la fecundación in vitro, etc.; el respeto y cuidado por la vida, igualmente, en su fase final, con el problema ético de la eutanasia, y el igual problema de la encarnización terapéutica, etc. Y tantos otros, que, aunque no podrán ser abordados en toda su profundidad ni vistos en su largo elenco de casos y situaciones, nos situarán ante la complejidad del mundo contemporáneo, y se intentará comprender cuál es el papel de la Iglesia ante todo ello, y cuál no. Aprenderemos en todo ello a escuchar al magisterio, y aplicaremos la reflexión teológico-moral para tratar de dar respuesta a tantos retos, siempre a la luz de la revelación cristiana.